A partir de los resultados podremos sacar elementos que darán una información real y verídica sobre el comportamiento del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, y nadie podrá especular al respecto, destacó el ministro de Salud y Deportes, Jeyson Auza.
Calificó de importante el trabajo para elaborar estrategias y definir ‘la mejor ruta crítica a seguir’ con miras a llevar a efecto un buen papel en la contención y mitigación del patógeno por medio de los servicios médicos.
Ya no necesitaremos enviar muestras a Brasil o Argentina para conocer la existencia aquí de variantes de preocupación y también de interés, afirmó la autoridad en el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa) de La Paz, sede de este tipo de investigación.
Bolivia dio la víspera el salto tecnológico luego de recibir un lote de reactivos gracias al apoyo de las organizaciones mundial y panamericana de la salud, reconoció Auza.
La directora general ejecutiva del Inlasa, Evelyn Fortún, manifestó, por su parte, que la implementación de la vigilancia genómica de la Covid-19 representa ‘un gran avance profesional y científico’ en el país.
El Instituto contaba con el equipo de secuenciación desde 2019, pero el gobierno de facto encabezado por Jeanine Áñez lo mantuvo inactivo, y las gestiones realizadas desde enero de este año por el presidente Luis Arce posibilitaron su reactivación.
Las muestras para el estudio se tomaron en las zonas fronterizas del oriente a finales de marzo y la cartera de Salud recién confirmó esa realidad esta semana.
Ahora se realiza un mapeo y nuevas tomas de muestras a personas vacunadas, que adquirieron el SARS-CoV-2, las cuales permitirán determinar el tipo de variante o no, así como evaluar constantemente la administración y efectividad de las fórmulas contra la pandemia.
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