Hervé Lerouge, al frente de la Asociación Haitiana de Empresas Constructoras, señaló que el deterioro de la situación actual es preocupante y requiere una atención especial por parte de las autoridades.
Advirtió que la crisis política y de seguridad tiene graves consecuencias, y expresó su preocupación por la posible quiebra de varias compañías, mientras el sector entra en un peligroso ciclo de recesión, porque ‘el Estado ha dejado de utilizar empresas constructoras para obras de infraestructura’, aseguró.
De igual manera, lamentó que los proyectos de edificación pública son cada vez más escasos, al tiempo que crecen las deudas excesivas del Estado con el sector, comprometiendo gravemente la sostenibilidad de estas entidades.
Además, la inseguridad no facilita las operaciones para abastecer de equipos a los sitios y la transportación del personal, deploró en un comunicado divulgado este jueves.
Lerouge estima que se debe hacer todo lo posible para evitar los efectos duraderos del estancamiento continuo, y pidió a los distintos actores de la crisis y a las autoridades públicas trabajar para que el país recupere la estabilidad. ‘Es inevitable un diálogo franco y sincero entre los protagonistas’, alentó.
En los últimos tres años, Haití está sumido en una grave crisis multisistémica que afecta de manera significativa a sus empresas, lo que repercute en una contracción del crecimiento.
A inicios de este mes el Banco de la República, advirtió que a situación también impacta negativamente las finanzas públicas y afecta la capacidad del Estado para movilizar recursos.
Por su parte, el financista Kesner Pharel previó que el 2021 cerrará en números negativos, para el tercer año consecutivo de recesión económica, y puso en duda la tasa de crecimiento del 2,4 por ciento prevista por las autoridades.
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