Las calles y plazas tanto en grandes ciudades como en pequeños poblados presenciaron marchas y concentraciones sin precedentes desde el inicio de la guerra contra esta nación en marzo del 2012.
Según analistas, esos actos previos a los comicios generales reflejan la voluntad nacional que no ha sido derrotada por la guerra terrorista, política, militar y económica lanzada desde hace 10 años y confirman que los sirios declararán el día de las elecciones presidenciales una nueva victoria política para su país.
Asimismo, cientos de localidades que no pudieron participar en procesos anteriores, como el de 2014, debido a la presencia terrorista, hoy reflejan una escena diferente que muestra la apuesta de los nacionales por sus instituciones y su Constitución; así como el rechazo al terrorismo y la injerencia extranjera.
En ese sentido, la localidad de Du ma, cerca de Damasco, y bastión de los grupos radicales antes de su liberación por el Ejército en 2018, realizó un multitudinario acto en apoyo a la próxima consulta.
La votación es derecho nacional y religioso, eso lo afirman miles de imanes, ulemas clérigos y curas del Islam y el Cristianismo, las dos principales religiones en Siria, quienes llamaron en veladas celebradas en las provincias de Damasco, Homs y Hama, a participar ampliamente y votar por quien llevará a Siria hacia la estabilidad e impulsará el proceso de reconstrucción.
De igual manera, los notables de las principales tribus y clanes del país árabe afirmaron que el ejercicio del deber de votación completa el camino de la victoria sobre el terrorismo y constituye una muestra de lealtad a los sacrificios de los mártires.
El pueblo sirio que libró una batalla durante más de 10 años y resistió ante los complots encaminados a socavar a la nación, demostrará una vez más que es capaz de determinar su futuro mediante las urnas y no como intentan imponer algunas potencias, afirmaron participantes en manifestaciones celebradas en los barrios de Damasco y Alepo.
A su vez, los deportistas manifestaron su respaldo al proceso electoral mediante una carrera en la que siete mil atletas recorrieron la emblemática avenida Mezzeh y la capitalina Plaza Omeya.
Para los locales, los comicios que se avecinan fortalecen el concepto de democracia y constituyen una expresión de lealtad a la sangre de los caídos del Ejército. Es un mensaje al mundo de que Siria es un país de tolerancia, hermandad y paz.
El próximo miércoles, los nacionales decidirán en las urnas entre tres candidatos, al que con más aptitudes gobernará el país en los próximos siete años.
Estas son las segundas elecciones multipartidistas, tras las realizadas en 2014, ganadas por el actual mandatario, Bashar Al-Assad, con más del 88 por ciento de los votos.
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