A diferencia de las elecciones anteriores celebradas en 2014 las actuales se efectúan en un ambiente de plena seguridad tras la liberación de extensas zonas del territorio nacional del terrorismo y la incorporación al proceso comicial de cientos de localidades que estaban antes bajo dominio de radicales.
De acuerdo con el Ministro del Interior, el general Mohammed Rahmoum, el número de sirios con derecho al voto dentro y fuera del país es de 18 millones 107 mil y 109 ciudadanos.
Agregó en una rueda de prensa en la víspera de la cita electoral, que se establecieron 12 mil 102 colegios en todas las ciudades y regiones del país, y se tomaron todas las medidas para el éxito y la buena marcha del proceso.
A su vez, el jefe del Comité Electoral Supremo, Samer Zamrik, dijo que se tomó en cuenta la distribución demográfica de la población a la hora de ubicar los colegios, con el objetivo de facilitar el acceso a los mismos.
Damasco-campo es la provincia que más urnas posee, con alrededor de dos mil colegios, seguida por la ciudad de Damasco con mil 870, reveló.
Los resultados de las elecciones realizadas en el exterior se combinarán, según Zamrik, con los que se efectuarán dentro del país, y luego se darán a conocer los resultados finales, afirma Zamrik.
Asimismo, comenzó la fase de silencio electoral y el Comité Electoral pidió a los tres candidatos detener sus campañas 24 horas antes de la fecha fijada para las elecciones.
La Esperanza está en el Trabajo, fue el lema de la campaña lanzada por el actual presidente, Bashar al-Assad, quien aspira a ser reelegido por un segundo mandato de siete años. Al-Assad prometió centrar el empeño durante la próxima etapa en la reconstrucción y la recuperación de la producción agrícola e industrial en todas sus formas.
Mientras el candidato del partido de la Unión Socialista, Abdullah Salloum Abdullah, desarrolló su campaña con la consigna Nuestra fuerza está en nuestra unidad y llamó a la lucha contra la corrupción y garantizar un retorno digno de los refugiados.
A su vez, Mahmoud Ahmad Meri, quien representa la oposición interna en el país, centró su campaña electoral en la liberación de quienes llamó ‘detenidos de opinión’ y en entablar un verdadero diálogo entre los sirios para lograr una solución que devuelva la estabilidad al país y acabe con el terrorismo y la ocupación.
Por otro lado, y por invitación de la Asamblea del Pueblo de esta nación, arribaron parlamentarios de varios países como Iraq, Irán, Rusia y Belarús. Periodistas y especialistas de Estados Unidos, Canadá, Europa y otras naciones, también se encuentran en el país árabe para dar seguimiento a la marcha del proceso electoral.
Con el fin de facilitar la cobertura mediática a esos comicios, el ministro de Información, Imad Sarah, inauguró el centro de prensa que brinda servicios a todos los periodistas y representantes de medios de comunicación nacionales e internacionales.
Hasta el momento se aprobó la entrada al país de 125 periodistas extranjeros que representan a los diferentes medios, además de los 165 corresponsales acreditados de 65 medios, explicó.
Las autoridades sirias rechazaron cualquier tipo de injerencia externa en las elecciones y condenaron las posturas adoptadas por los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados de rechazar por anticipado los resultados. Igualmente denunciaron que esos gobiernos buscan crear un vacío constitucional en el país.
Las elecciones son un asunto meramente interno y el mandatario Bashar al-Assad toma su legitimidad del pueblo y no de potencias extranjeras, dijo la asesora del presidente sirio, Bouzeina Shaaban.
Mientras el canciller Faisal al-Mekdad afirmó que las fuerzas y gobiernos hostiles apostaron por impedir la celebración de las elecciones presidenciales en su fecha constitucional, pero su apuesta fracasó.
En ese sentido, a la escena electoral no le faltó las demostraciones populares de apoyo a la participación en las elecciones partiendo de la fe de los nacionales en sus instituciones y su Constitución, y el rechazo al terrorismo y la injerencia extranjera.
Según analistas, esos actos previos a los comicios generales reflejan la voluntad nacional que no ha sido derrotada por la guerra terrorista, política, militar y económica y confirman que los sirios declararán el día de las elecciones presidenciales una nueva victoria política para su país.
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