Guarín los llamó terroristas y delincuentes sin ninguna prueba, por lo cual los acaba de condenar, denunció la congresista.
Lobos advirtió, por medio de su cuenta en Twitter, que el consejero presidencial debe retractarse de sus acusaciones.
Los jóvenes de la primera línea son considerados los héroes de estas jornadas de protestas, iniciadas el 28 de abril contra un paquetazo de medidas de carácter neoliberal, lesivas para la mayoría de la población de este país suramericano, de acuerdo con las denuncias.
Encabezan las manifestaciones pacíficas y van protegidos con gafas, algunos con máscaras antigases o pañuelos, cascos de construcción o deportivos y escudos improvisados para evitar las lesiones que puedan ocasionar las acciones represivas del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
Dentro de sus normas está auxiliar a los movilizados que quedan detrás afectados por los gases lacrimógenos, heridos o los que están en riesgo de ser embestidos por la policía.
Al mismo tiempo que se consideran contraparte de este grupo élite policial, buscan evitar que las manifestaciones pacíficas sean infiltradas por vándalos, causantes de estragos en el país para justificar la represión de los uniformados, según diversas opiniones.
‘La sorpresa: todos estos muchachos tienen formación política. Unos pocos la adquirieron en los libros; los demás cursaron tres materias duras: el hambre, la injusticia y la exclusión’, según el columnista del diario El Espectador Julio César Londoño.
En tanto las madres de primera línea son un grupo de mujeres en Bogotá que se organizó para proteger a los jóvenes de la represión de la fuerza pública durante las protestas contra el gobierno, y también encabezan distintas movilizaciones.
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