Durante la sesión de apertura de un taller sobre el proceso de elaboración de una Constitución permanente, el mandatario declaró que el pacto para la distensión es muy complicado y difícil de implementar, y comentó que no fue diseñado por los mediadores para aplicarse.
Según Kiir, hay creciente impaciencia internacional por la lentitud de la implementación del plan, en tanto las partes solo avanzan en el capítulo primero del convenio, sección centrada en cuestiones de gobernanza y distribución del poder.
El presidente calificó de muy complicado y difícil implementar los contenidos del documento, mientras que sus disposiciones claves, como la formación de las fuerzas armadas unificadas, permanecen incumplidas y en ese sentido indicó la inexistencia de suficientes arsenales para esa integración por un embargo de las Naciones Unidas.
Países occidentales opinan que este país tiene armamento suficiente para formar tales tropas y que no necesita más.
‘El Acuerdo Revitalizado para la Resolución de Conflictos en Sudán del Sur es muy complicado y difícil de implementar. Su aplicación requiere que resolvamos problemas rutinarios en el camino’, añadió el jefe de Estado.
Asimismo, el gobernante lamentó que los socios del país malinterpreten la demora y la consideren como falta de voluntad política para cumplir lo aceptado por los rivales de conflicto bélico (2013-2018).
El pacto de paz sursudanés lo firmaron en 2018 el gobierno y la oposición armada, pero en 2020 retomó fuerza con el propósito de viabilizar el logro de todos sus aspectos en el calendario previsto.
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