El comunicado de la Cancillería rusa destacó que la ‘convincente victoria del jefe de Estado en ejercicio es un paso importante hacia el fortalecimiento de la estabilidad’ en el país.
Resaltó que la prioridad para todos los sirios está en garantizar el funcionamiento normal de las instituciones estatales sobre la base de la legislación, especialmente en las condiciones de la lucha armada contra los terroristas.
El Ministerio de Exteriores ruso recordó que a Siria viajaron observadores de varios países, incluida una delegación de legisladores rusos, para monitorear el proceso electoral.
Consideró un ‘elemento de presión política grave contra Damasco, así como otro intento de interferir en los asuntos internos de Siria’, las declaraciones de algunas capitales occidentales sobre la ilegitimidad de los comicios, incluso antes de su celebración.
‘Nadie tiene derecho de dictarle a los sirios cuándo y cómo deben elegir a su jefe de Estado’, subraya el documento.
Moscú aseguró que seguirá adelante con ‘su línea firme de apoyo de la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Siria, así como de prestarle toda su ayuda para la restauración de la infraestructura social y económica destruida’.
El mismo 26 de mayo, cuando todavía no habían concluido las votaciones en Siria, las potencias occidentales del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cargaron contra las elecciones y el gobierno constitucional de la nación árabe.
En la reunión, solo Rusia defendió la validez y la importancia de los comicios, ante las críticas de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que consideraron los comicios una maniobra del líder sirio que no ayudará a resolver el conflicto en el país.
mem/mml