Similar a la Primera Línea de jóvenes, de docentes y de las madres, este nuevo colectivo marchará al frente de las movilizaciones para proteger a los movilizados ante el atropello policial.
Los jóvenes de la Primera Línea, que iniciaron este modo de manifestación y defensa son, considerados los héroes de estas jornadas de protestas, iniciadas el 28 de abril contra un paquetazo de medidas de carácter neoliberal, lesivas para la mayoría de la población de este país suramericano.
Van protegidos con gafas, algunos con máscaras antigases o pañuelos, cascos de construcción o deportivos y escudos improvisados para evitar las lesiones que puedan ocasionar las acciones represivas del Escuadrón Antidisturbios (Esmad).
Dentro de sus normas está también auxiliar a los movilizados que quedan detrás afectados por los gases lacrimógenos, heridos o los que están en riesgo de ser embestidos por los miembros del Esmad.
Al mismo tiempo que se consideran contraparte de este grupo de élite policial, buscan evitar que las manifestaciones pacíficas sean infiltradas por vándalos, causantes de estragos en el país para justificar la represión de los uniformados, según diversas opiniones.
Las Madres de la Primera Línea, van al frente para defender a sus hijos y los maestros a los estudiantes, en general a la juventud, protagonista del paro.
Ahora, los sacerdotes, que critican la violencia y llaman a la solución pacífica, se unen a esta forma de lucha en las calles de Colombia.
Hoy, para conmemorar el primer mes de paro, la ciudadanía sale a los parques, carreteras, plazas y todos los espacios públicos para protestar contra el gobierno de Iván Duque.
Exigen el fin de la violencia, programas de empleo y estudio, renta básica, mayor acceso a los servicios públicos esenciales.
Asimismo, reclaman el desmonte del Escuadrón Móvil Antidisturbios, la renuncia del ministro de Defensa, Diego Molano, por considerarlo responsable de la violencia policial que ha dejado, de acuerdo con la ONG Temblores, más de 60 muertos.
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