Tras negociaciones entre Teherán, Moscú, Bakú y Ereván y el establecimiento de la paz en la región, renació la línea ferroviaria de la ciudad azerí de Jolfa, abandonada por el conflicto de marras.
Según el viceministro iraní de Carreteras y Desarrollo Urbano, Saeed Rasouli, el ramal oriental de la vía conecta a Irán con países ubicados al norte de Asia occidental y el golfo Pérsico, precisó.
Las autoridades de la República islámica aspiran a que el corredor pase por Jolfa y Nakhchivan, en Azerbaiyán, luego a Armenia, Georgia y de ahí a Rusia.
Con el nombre de Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur, esa vía puede reducir el tiempo de traslado entre Asia Central y Europa de 40 a 20 días y disminuir costos en 30 por ciento en comparación con el tradicional trasiego por el canal de Suez.
El cierre reciente de esa vía evidenció la vulnerabilidad del trayecto mar Rojo-Mediterráneo y la factibilidad del corredor Norte-Sur como se le llama de manera abreviada.
En cualquier caso, hay un menor nivel de riesgo para el tráfico anual de alrededor de mil millones de toneladas de mercancías que transportan por la vía más frecuente hacia Europa desde Asia o África oriental.
Irán, India y Rusia firmaron un acuerdo para crear un corredor marítimo y ferroviario, al que luego se sumaron otros 10 países de Asia Central que tiene una longitud de siete mil 200 kilómetros y es otra alternativa al canal de Suez.
El corredor comienza en Mumbai, India; llega en barco al puerto iraní de Bandar Abbas, después, por carretera, con la terminal portuaria Bandar-e-Anzali, también en Irán, en el mar Caspio, y desde allí por vía marítima a Astracán, Rusia, y por último con Moscú, San Petersburgo y otras ciudades rusas por ferrocarril.
msm/arc