La evaluación de ese ente mostró la pérdida de una de cada dos frutas en los estantes de ventas ante la apreciable merma en la producción debido a las heladas primaverales, con severas afectaciones para las cerezas, melocotones, nectarinas (muy parecido al melocotón) y albaricoques.
El examen de Coldiretti midió los efectos del cambio climático en el mercado, caracterizado en esta etapa por el aumento de la demanda de alimentos saludables bajo la presión de la emergencia de la Covid-19.
Explicó al respecto, en un comentario publicado hoy en su sitio coldiretti.it, la ocurrencia de múltiples eventos extremos en un año, marcado por temperaturas con picos durante el invierno incluso de 28 grados que despertaron temprano a las plantas en la fase de reposo, haciéndolas más sensibles a las inusuales heladas.
La suma de descensos en solo tres cultivos, según cálculos de esa organización, arrojó daños por cerca de mil millones de euros.
Coldiretti destacó el llamado de atención a la Comisión Europea, firmado por Italia, Francia y Grecia, para implementar medidas de ayuda urgentes y transitorias a fin de apoyar a las empresas damnificadas, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 221 del Reglamento sobre la Organización del Mercado Único.
La confederación italiana, la cual agrupa a casi dos millones de afiliados, señaló también la necesidad de ‘fortalecer los controles de importación para evitar que productos extranjeros se convierten mágicamente en italianos, con el propósito de favorecer el consumo de las frutas nacionales.
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