La fuente atribuyó la aceleración de precios en ese período al incremento en los de productos energéticos -de 9,8 por ciento en abril a 13,8 en mayo- dinámica compensada parcialmente por la inversión de tendencia, de 0,7 a menos 0,1, en los de servicios recreativos, culturales y para el cuidado de la persona.
La inflación subyacente, sin tomar en cuenta la energía y los alimentos frescos, continuó estable en 0,3 por ciento, mientras la general, calculada excluyendo sólo los productos energéticos, decreció a 0,2.
Sobre base mensual, el índice de precios se mantuvo inalterable en mayo por el alza de 1,1 por ciento en los productos energéticos no regulados y 0,9 en los alimentos frescos, frente a la disminución de menos 0,8 en los de servicios recreativos, culturales y para el cuidado de la persona, indicó el Istat.
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