Desde el pasado 28 de abril, Colombia vive un estallido social contra las políticas económicas y sociales del gobierno de Iván Duque.
Numerosos sectores salen a las calles desde ese día para protestar contra con la gestión de Duque, cuya desaprobacón supera el 76 por ciento.
La respuesta gubernamental a los reclamos es la violencia policial y militar con saldo de más de 70 muertos, miles de heridos, cientos de desaparecidos, cerca de 50 personas con lesiones oculares, decenas de abusos sexuales, torturas y desapariciones.
El Comité Nacional de Paro, uno de los grupos que encabezan estas jornadas de protestas, intenta negociar con el gobierno un pliego de demandas en las cuales sobresale como elemento esencial para avanzar hacia la negociación, la garantía de la protesta pacífica.
En tanto, el gobierno de Duque exige levantar ‘los bloqueos’ para firmar un preacuerdo al respecto, las negociaciones están estancadas y el paro continúa.
‘Los avances que se están teniendo para que se levanten los bloqueos son muy importantes para los colombianos’, expresó el consejero presidencial Emilio Archila en un encuentro entre ambas partes que transcurre ahora en esta capital.
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