Desde el martes pasado se intensificaron las disputas por el control del territorio que conecta Puerto Príncipe con otros cinco departamentos del país.
Tras un mes de relativa tregua, los enfrentamientos entre los grupos armados de Gran Ravine y Ti Bwa en Martissant bloquearon la Ruta Nacional 2 y aún se escuchan ráfagas de disparos en la zona, lo que a obligó a muchos residentes a desplazarse.
‘Los individuos armados también saquearon y luego prendieron fuego a varias casas y motocicletas’, deploran organizaciones de derechos humanos.
Testigos informaron a la prensa que las pandillas atacaron además la comisaría de Martissant, mientras la policía respondió con disparos.
Los intercambios hostiles entre bandas se agudizaron en los meses recientes, antes que dos de las principales del país sugirieran una tregua.
A inicios de mayo, enfrentamientos similares costaron la vida de al menos 40 personas en Cité Soleil, una de las barriadas más pobres de la capital haitiana, mientras otras 15 resultaron heridas.
En Bel Air, muy cerca del Palacio Nacional, 14 personas murieron en abril en circunstancias análogas, durante el tercer gran ataque en la comuna en menos de dos años.
La Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos reveló recientemente que 125 individuos murieron violentamente de agosto pasado a mayo de este año, de ellos 81 en Bel Air.
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