En sesión virtual, representantes de la entidad coincidieron en que existe una tendencia global a dejar de usar mascarilla o guardar distancia, una vez vacunado gran por ciento de la población.
‘Quizás esto es una llamada de atención a las personas que viven en naciones donde se incrementa la cantidad de inmunizados contra la enfermedad; pero no ha llegado al punto en el cual podemos bajar la guardia’, advirtió la jefa de científicos de la OMS, Soumya Swaminathan.
Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, puntualizó que los países donde se están levantando las restricciones deben hacerlo con cuidado.
‘Con la mayor circulación de variantes, esas acciones demasiado rápido pueden ser desastrosas para los que aún no están vacunados’, recalcó.
Aseveró que en muchos territorios todavía la población está en un gran riesgo y en aquellos con más dosis de las vacunas antiCovid-19 administradas, se evidencia una reducción de la mortalidad entre las personas mayores.
Sin embargo, apuntó, en los últimos días el número de muertes aumentó en África, las Américas y el Pacífico occidental.
‘Esta es cada vez más una pandemia que va a dos velocidades: mientras algunos siguen en una situación muy peligrosa por la falta de vacunas, los países con tasas más altas de inmunización comienzan a pensar en ‘acabar con las restricciones’, detalló.
Adhanom recordó que la distribución desigual de vacunas ha permitido mayor propagación del virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, e incrementa las posibilidades de aparición de nuevas variantes las cuales podrían hacer menos efectivas los inyectables.
‘Seis meses después de que se administraron las primeras vacunas contra ese padecimiento, los países de altos ingresos han administrado casi el 44 por ciento de las dosis del mundo; mientras que aquellos de bajos ingresos solo el 0,4 por ciento’, subrayó.
Informó que la OMS ha pedido un esfuerzo global para vacunar al menos al 10 por ciento de la población de todos los países para septiembre, y al 30 por ciento antes de fin de año.
‘Para alcanzar esos objetivos, son necesarias 250 millones de dosis adicionales, de las cuales 100 millones deberían administrarse en junio y julio’, acotó.
De acuerdo con Our World in Data, sitio web especializado en estadísticas desarrollado en la Universidad de Oxford, el número de inyecciones administradas en el mundo contra la Covid-19 supera los dos mil millones, concentradas en su mayoría en los países más ricos que según la propia OMS, ‘han comprado en exceso y dejan detrás a las naciones pobres’.
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