El director ejecutivo de la organización benéfica, James Cowan, declaró que los asesinos fueron ‘de cama en cama, asesinando a sangre fría’.
Cowan añadió que el ‘horrible incidente’ fue el peor ataque en la historia de Halo Trust, que se fundó en 1988 en Kabul para la limpieza de minas.
De acuerdo con la fuente, los atacantes irrumpieron en un campamento ubicado en la provincia de Baghlan poco antes de las 10 de la noche del martes, donde unos 110 hombres, en su mayoría provenientes de comunidades locales, descansaban después de un día de trabajo recogiendo viejos explosivos.
El gobierno culpó al movimiento Talibán, pero el grupo negó cualquier papel, y Cowan dijo que miembros locales de esa organización fueron en su ayuda para enfrentar a los asaltantes.
Por su parte, el portavoz del grupo armado rebelde, Zabihullah Mujahid, describió a los hombres asesinados como mártires y expresó su condena a los ataques contra los indefensos, los que consideró una brutalidad.
Cowan reiteró que Halo Trust continuará trabajando en Afganistán, donde tiene alrededor de tres mil empleados y todavía hay una necesidad urgente de limpiar las minas.
Extensiones del campo todavía están contaminadas por explosivos no mapeados, que con frecuencia matan o mutilan a las personas que se topan con estos, incluidos niños.
Es muy triste, pero estamos aquí por Afganistán. Estuvimos en Afganistán muchos años antes del 11 de septiembre de 2001 y estaremos allí muchos años después de la retirada internacional, aseguró el funcionario.
La violencia aumentó este año en la nación asiática, luego que Estados Unidos incumpliera su plazo inicial de retirar sus tropas en mayo.
El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió abandonar el país por completo antes del 11 de septiembre de este año, decisión secundada por sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
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