En declaraciones publicadas este miércoles en la prensa nacional, Andrews alertó que los enfrentamientos entre grupos rebeldes y fuerzas de la junta gobernante en las últimas semanas provocan una situación preocupante en el estado de Kayah, cerca de la frontera con Tailandia.
Los brutales e indiscriminados ataques de la junta están amenazando la vida de muchos miles de hombres, mujeres y niños en el estado de Kayah, señaló Andrews en un comunicado.
Según el funcionario, ‘sin una acción inmediata’, podrían ocurrir muertes masivas por inanición y enfermedades a gran escala en ese estado.
He recibido reportes de recortes de agua potable, severos brotes de diarrea y falta de refugio para cerca de 100 mil personas que han huido para proteger sus vidas. Está muriendo gente por hambre, sed y falta de medicinas, sostuvo.
Andrews agregó que le han comentado que las autoridades militares habían arrestado a personas por intentar entregar ayuda en las últimas dos semanas.
Seguidamente, exigió a la justa gobernante abrir caminos de acceso para ayudar a los necesitados y detener los bombardeos y los ataques a civiles.
Todos los actores regionales, Organizaciones No Gubernamentales y la sociedad civil deben hacer lo posible por evitar estas catastróficas pérdidas de vidas humanas. Los países vecinos deben apoyar el movimiento transfronterizo, declaró.
Myanmar vive en el caos desde el Golpe de Estado del pasado 1 de febrero, y una brutal represión militar contra la disidencia ha dejado más de 800 muertos, según un grupo de vigilancia local.
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