El oficial esbozó el sombrío panorama de la situación de inseguridad, y lanzó críticas veladas a quienes utilizan las bandas para proteger sus negocios privados, al tiempo que lamentó cómo el fenómeno es permitido en la sociedad.
‘Los bandidos son aceptados’, dijo el funcionario y pidió nuevamente el apoyo de la población para revertir el fenómeno.
Aunque reconoció la ineficiencia de la institución policial para restaurar el clima de paz, especialmente en la ciudad de Puerto Príncipe, señaló que solo ese cuerpo no es capaz de proporcionar soluciones duraderas por lo cual es imprescindible que la sociedad en su conjunto se interese por el problema, aseguró.
Las declaraciones de Charles afloran luego de la guerra abierta que por más de 10 días sostienen dos de las principales bandas de la capital por el control de la zona de Martissant, situada en la salida sur de Puerto Príncipe.
Los hechos obligaron a dos mil 500 personas a huir de sus hogares y refugiarse en plazas públicas, iglesias o centros deportivos.
Este jueves, la representación de Naciones Unidas en Haití, advirtió que las mujeres y los niños son los más afectados, y confirmó que al menos 446 infantes y 582 féminas precisan de ayuda urgente.
Además de los enfrentamientos entre las bandas, ocho policías fueron asesinados en menos de 24 horas, durante los ataques de pandillas a las comisarías de Cité Soleil en la madrugada del 6 de junio, reveló la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos.
Esta misma organización destacó en un informe que 125 personas murieron de agosto pasado a mayo de este año en solo dos barriadas de esta urbe y culpó a la inacción del Gobierno.
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