Fue la época, recordó, en los que formaban grupos para reprimir a opositores al gobierno de forma secreta y en ese contexto se produjo también la matanza de Tlatelolco en 1968.
Explicó que en ese entonces había cuerpos represores secretos y prisiones en las que actuaban de manera ilegal protegidas por el estado.
Muchos jóvenes fueron reprimidos, desaparecidos en ese tiempo y todavía sus familiares los están buscando, los extrañan, los lloran y queremos enviarles un abrazo a ellos que sufren los resultados de aquella represión desde hace 50 años, señaló.
Anunció que hoy mismo encabezará un acto de pedido de perdón para ofrecer en su carácter de representante del Estado mexicano una sincera disculpa junto al compromiso de la no repetición de tales cosas; que nunca más se reprima a quienes protestan y luchan por sus ideales, ni a quienes no están de acuerdo con el gobierno.
La Guerra Sucia es un nombre popular, espontáneo para designar el conjunto de medidas de represión militar y política encaminadas a disolver a los movimientos de oposición política y armada contra el Estado mexicano.
Comenzó con el gobierno de Adolfo López Mateo y terminó con el de Gustavo Díaz Ordaz. Es considerada una guerra de baja intensidad por algunos autores ya que a diferencia de lo que ocurrió en países como Argentina o Bolivia, los crímenes fueron de carácter selectivo y bajo la cobertura de una prensa cómplice de los militares.
El pedido de perdón oficial a las víctimas es muy importante porque el Partido Revolucionario Institucional (PRI), su máximo responsable, lo mantuvo hasta ahora a la sombra, por eso es un tema poco conocido por el grueso de la población menor de 60 años de edad.
Fue el PRI, según los historiadores, el que ha ocultado o eliminado hasta este momento, la información y que ese bochornoso y criminal episodio no fuera redactado en los libros de historia escolares.
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