Según la instancia gubernamental, los ciudadanos en condición de vulnerabilidad recibieron colchones, mantas de lana y kits de higiene, así como se instalaron estaciones de lavado de manos y letrinas portátiles.
La DPC aseguró que la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento, con el apoyo de Unicef, coordina la gestión del recurso, para reforzar la higiene de los desplazados.
La víspera la representación en el país de Naciones Unidos, confirmó que al menos dos mil 500 personas tuvieron que huir de sus residencias en Martissant, un barrio pobre situado en la entrada sur de la capital.
En esa zona desde el pasado 1 de junio, dos importantes bandas se disputan el control de territorio, que conecta Puerto Príncipe con los departamentos del sur.
De acuerdo con la Oficina de Protección del Ciudadano, los hechos violentos dejaron una decena de muertos en Martissant, y mantuvo incomunicada por casi una semana a la capital con los departamentos del sur.
Por su parte, la ONU señaló que trabajan junto al Gobierno y organizaciones locales para apoyar a los ciudadanos refugiados.
Insistió, sin embargo, que un fin duradero a la violencia es la mejor respuesta y la única solución para que los desplazados puedan regresar a sus hogares.
mem/ane