La policía y testigos civiles detallaron que este último acto de violencia en la región consistió en ataques contra las aldeas de Kadawa, Kwata, Maduba, Ganda Samu, Saulawa y Askawa en el distrito de Zurmi, a cuyos residentes balearon los delincuentes.
Asimismo, la pandilla también asedió a agricultores en sus campos de labranza y persiguieron a otros que huyeron para escapar de los asaltos.
El portavoz de la fuerza pública de Zamfara, Mohammed Shehu, declaró que se trasladaron a 14 cadáveres a la capital del estado, Gusau, y tras las agresiones se enviaron agentes en función de seguridad a las áreas afectadas.
Residentes refirieron el hallazgo de 39 muertos más en la ciudad de Dauran.
‘Ayer (totalizamos) 28 cuerpos y 11 más esta mañana de las aldeas y los sepultamos aquí’, precisó Haruna Abdulkarim, un poblador, y otro, Musa Arzika, añadió que: ‘Fue peligroso realizar el entierro allí porque los bandidos se refugian en el bosque de Zurmi y podrían regresar para atacar el funeral’.
Las aldeas del distrito resultan atacadas con frecuencia, por lo cual los pobladores bloquearon una importante carretera la semana pasada en demanda a las autoridades de poner fin a esas agresiones.
Durante los últimos años, el noroeste y el centro de Nigeria fueron víctimas de bandas de ladrones de ganado y secuestradores, quienes asaltan aldeas, asesinan y raptan a ciudadanos, además de robarles los animales después de saquear e incendiar las viviendas.
Actualmente, los delincuentes centran sus acciones contra escuelas y en secuestrar estudiantes para pedir rescate.
Desde diciembre pasado raptaron a más de 850 educandos, aunque los captores liberaron a la mayoría después del pago de rescate.
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