Se suponía que esta sería la primera gran cumbre para la recuperación (de la Covid-19) pero no fue así, afirmó Kirsty McNeill, directora de Políticas y Campañas de la ONG, en un video publicado este lunes en las redes sociales.
La activista dijo sentirse increíblemente decepcionada con el ofrecimiento hecho por los líderes de las siete naciones más ricas del planeta de donar mil millones de vacunas a los países pobres el año próximo.
Según McNeill, los preparados antiCovid-19 llegarán un año tarde, porque esa cantidad es la que se necesita este verano para inmunizar a parte de la población en el mundo subdesarrollado.
Agregó que Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido tampoco hicieron caso al pedido hecho por Save the Children para que aprobaran la liberación de patentes que permitiría a cada país producir sus propias vacunas, y ayudarán a pagar por la recuperación de la pandemia.
Después de todo, son los más ricos del mundo y les pedimos que pagaran la cuenta de las naciones pobres, pero hasta ahora no hemos visto ningún dinero nuevo, afirmó.
McNeill también arremetió contra la decisión del gobierno británico de recortar este año el monto de su ayuda al desarrollo, y aseveró que ese fue el motivo por el cual el Reino Unido no pudo sumar apoyo para crear un fondo que garantice el regreso seguro de los niños a las escuelas.
El exprimer ministro laborista Gordon Brown fue otro de los que criticó la cumbre celebrada en un hotel de Cornualles, suroeste de Inglaterra, y la declaró un fracaso.
El regalo de los mil millones de dosis de los ricos a los pobres es bienvenido como titular de prensa, pero se queda corto por varios miles de millones y no responde a lo que el primer ministro Boris Johnson llamó el mayor reto de la posguerra, afirmó Brown en un artículo de opinión publicado en The Guardian.
Tras recordar que según la Organización Mundial de la Salud se necesitan 11 mil millones de dosis para el mundo subdesarrollado alcance los mismos niveles de vacunación del mundo desarrollado, el exgobernante (2007-2010) apuntó que con la tendencia actual ese objetivo no se alcanzaría hasta 2024.
Suministrar las vacunas no es un acto de caridad, sino una forma de autoprotección, y quizás la mejor póliza de seguro, sentenció.
Aunque el G7 también se comprometió a reducir las emisiones de gases contaminantes, los ecologistas que protestaron durante el fin de semana en Cornualles también consideraron decepcionante que el bloque no tomará acciones más urgentes y concretas para frenar el cambio climático.
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