En su edición digital, el diario Jornal de Angola indicó que las estadísticas provienen del Ministerio de Economía y Planificación, cuyo titular, Sérgio dos Santos, confirmó la aprobación de 787 proyectos desde mediados de 2018 hasta la fecha, por un valor de 650 mil millones de kwanzas, equivalente a más de mil millones de dólares.
El respaldo crediticio fue canalizado mediante el Programa de Apoyo a la Producción, Diversificación de Exportaciones y Sustitución de Importaciones (Prodesi), puesto en práctica en julio de 2018.
Seis de cada 10 proyectos remitidos a la banca comercial lograron el préstamo, informó el funcionario, quien dijo aspirar a un incremento del porcentaje.
Los instrumentos y productos financieros a disposición del Prodesi incluyen distintas variantes, entre ellas el Aviso 10/20 del Banco Nacional de Angola, la línea de crédito del Deutsche Bank y las llamadas medidas de alivio económico.
Citado por el rotativo, el ministro reiteró el compromiso estatal con la creación de puestos de trabajo a sabiendas de que la tasa de crecimiento poblacional es superior a la generación de empleo.
En mayo de este año, el Instituto Nacional de Estadística notificó una ligera reducción del desempleo, al pasar de 30,6 a 30,5 puntos porcentuales, es decir, una proporción todavía elevada, recordó la publicación.
Según estimaciones oficiales, Angola tiene aproximadamente 32 millones de habitantes y la mayoría (alrededor del 66 por ciento) son jóvenes, menores de 25 años de edad.
A juicio del presidente João Lourenço, los planes destinados a diversificar la economía deben elevar las oportunidades laborales y, por tanto, los ingresos de los ciudadanos, en particular de los jóvenes.
El ejecutivo, afirmó el gobernante, está trabajando por ‘un verdadero cambio estructural’ de la economía, ello supone, en primer lugar, reducir la elevada dependencia de las exportaciones de crudo.
En ese contexto, el Prodesi constituye, a los ojos de las autoridades, una de las principales iniciativas para lograr el cambio.
La crisis económica, iniciada en 2014, aplazó en Angola la implementación de importantes proyectos económicos con influencia directa en la vida de la población, afectada por el desempleo, las insuficientes estructuras sanitarias, educacionales y habitacionales y la drástica disminución de su poder de compra, opinó el Banco Mundial.
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