De acuerdo con la investigación, que analizó datos recopilados entre 2011 y 2018, las personas que tenían problemas para conciliar el sueño tenían también un 44 por ciento más de riesgo de muerte prematura por cualquier causa.
‘Similar ocurrió con el peligro de padecer. Quienes informaron que habitualmente experimentaban dificultades para conciliar el sueño tenían un 49 por ciento más de posibilidades de padecerla; mientras los que a menudo despertaban y presentaron dificultades para volver a dormirse tenían un 39 por ciento’, puntualiza el texto.
Los expertos recalcan que la conexión entre el descanso prologando en las noches, demencia y muerte prematura por cualquier enfermedad es especialmente preocupante.
Datos de la Sociedad Mundial del Sueño, la falta de este amenaza la salud del 45 por ciento de la población mundial.
El sueño de alta calidad es fundamental para la salud en general y la reserva cognitiva.
Otra indagación de 2017 encontró que los adultos sanos de mediana edad con solo dormir mal una noche producían una gran cantidad de placas de beta amiloide; una de las características de la enfermedad de Alzheimer.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos refieren que uno de cada tres estadounidenses no duerme lo suficiente.
Además, entre 50 y 70 millones de estadounidenses presentan trastornos del sueño como la apnea, insomnio y el síndrome de piernas inquietas, que pueden arruinar una buena noche de descanso.
Ello está considerado problema de salud pública, porque la interrupción del sueño se asocia con un mayor riesgo de afecciones, entre ellas se incluyen diabetes, derrames cerebrales, enfermedades cardiovasculares y demencia.
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