Al intervenir ante el Comité de Descolonización de la Organización de Naciones Unidas, el excandidato a la gobernación por el PIP en las elecciones pasadas aseguró que en la actualidad se ven con mayor dureza las consecuencias dañinas causadas por casi 123 años de dominación colonial de la nación norteña sobre esta isla de las Antillas mayores.
‘El experimento colonial estadounidense en Puerto Rico ha fracasado; nunca fue viable y hoy día se ven con mayor dureza sus consecuencias dañinas en nuestro pueblo’, adujo el exsenador en su ponencia.
Ese fracaso, indicó, se evidencia en más de 15 años de depresión económica y una deuda pública impagable de más de 70 mil millones de dólares, lo que mantiene al pueblo puertorriqueño más empobrecido, con las limitaciones estructurales de un régimen colonial colapsado.
Igualmente, resaltó la carencia de las herramientas competitivas que ofrece la independencia para enfrentar esos graves retos.
Aunado al fracaso del colonialismo que ejerce la potencia imperial norteña, existen dos circunstancias recientes que han agravado la situación económica y social en Puerto Rico, dijo, al referirse a la imposición unilateral por parte del Congreso de Estados Unidos de una junta de control fiscal y el modelo de desplazamiento de los puertorriqueños por extranjeros.
Precisó que se trata de estadounidenses multimillonarios que aprovechan la condición de pobreza de la población para, con la protección contributiva del gobierno, adquirir propiedades para luego segregar y excluir a comunidades enteras.
Dalmau Ramírez expuso que los miembros de la Junta de Supervisión Fiscal, a pesar de no ser electos por los puertorriqueños, ejercen las prerrogativas de un supra gobierno con facultades y autoridad mayores de las que raquíticamente antes ejercían las ramas constitucionales del gobierno de Puerto Rico.
‘Las políticas impuestas por la junta de control han tenido efectos de empobrecimiento, retraso económico y desmantelamiento de servicios esenciales del país’, destacó ante el organismo de las Naciones Unidas evalúa una resolución que reconoce el derecho a la libre determinación y la independencia de Puerto Rico.
Consignó que en los pasados comicios del 3 de noviembre de 2020, los partidos gobernantes (anexionista y colonialista) obtuvieron el menor apoyo electoral que nunca antes, apenas un 33 por ciento cada uno.
En cambio, el PIP obtuvo un resultado sin precedente en la historia del país con un 14 por ciento de respaldo, 174 mil 403 votos, que representa un aumento de siete veces lo que había obtenido en las pasadas elecciones.
Este porcentaje, sumado a otras propuestas alternativas al bipartidismo colonialista y anexionista, representó el 36 por ciento de apoyo del electorado que, según el político, evidencia que en Puerto Rico hay ambiente y voluntad de cambio.
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