En su mensaje por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, el titular enfatizó en que la crisis sanitaria supone nuevas trabas para esas víctimas.
La agitación causada por la Covid-19 provoca que sea aún más difícil pedir cuentas a los perpetradores de violencia sexual, alertó.
Incluso mientras respondemos a la pandemia, apuntó, debemos investigar cada caso y mantener los servicios esenciales para cada sobreviviente.
No podemos permitir que tales crímenes se deslicen más hacia las sombras, los perpetradores deben ser castigados, señaló el diplomático portugués en un comunicado.
De hecho, insistió, la inversión en la recuperación de la crisis sanitaria debe abordar las causas profundas de la violencia sexual y de género.
En ese sentido, manifestó su compromiso de defender los derechos y satisfacer las necesidades de todos los sobrevivientes, mientras se trabaja para prevenir y poner fin a esos horribles crímenes.
La violencia sexual en los conflictos es una táctica cruel de guerra, tortura, terror y represión, que reverbera de generación en generación y amenaza la seguridad tanto humana como internacional, expuso.
En 2015, la Asamblea General de la ONU proclamó el 19 de junio como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos.
La fecha fue elegida para conmemorar la adopción, el 19 de junio de 2008, de la resolución 1820 del Consejo de Seguridad, que condenó la violencia sexual como una táctica de guerra y un impedimento para la consolidación de la paz.
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