El partido Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), liderado por Marine Le Pen, solo logró un buen resultado el domingo en la región conocida por el acrónimo PACA, pese a encuestas que auguraban un mejor desempeño de la ultraderecha, generando inquietud tanto a la derecha como a la izquierda del ámbito político galo.
En Provenza-Alpes-Costa Azul, el candidato de RN, Thierry Mariani, encabezó las votaciones de hace dos días, con un 36,38 por ciento, seguido por el representante de la derecha tradicional Los Republicanos (LR), Renaud Muselier, con casi un 32 por ciento, y el aspirante ecologista Jean-Laurent Félizia (16,9), respaldado por los partidos Socialista y Comunista.
De inmediato comenzaron las presiones para la renuncia de Félizia a continuar en liza, rememorando el ‘frente republicano’ que en 2017 acompañó al actual mandatario Emmanuel Macron en el balotaje de las presidenciales frente a Le Pen.
La idea no gustó a muchos en la izquierda, incluido al propio Félizia, quien la víspera terminó por aceptar el abandono de cara a la segunda ronda del domingo, en beneficio de Muselier.
‘No tenía derecho a jugar con fuego’, declaró a la prensa el ecologista, en una decisión aplaudida por el candidato de LR bajo el argumento de impedir una victoria regional de RN, que sería histórica.
También en la región Isla de Francia, que acoge a París, fuerzas de izquierda se aliaron para frenar la mínima posibilidad de que el representante de la extrema derecha, Jordan Bardella conquiste la estratégica plaza.
Sin embargo, en la llamada Región Parisina, la principal meta de los ecologistas, los socialistas y La Francia Insumisa es construir un bloque para sacar del poder a la derechista Valérie Pécresse, clara líder en la primera ronda con alrededor del 36 por ciento de los sufragios.
Las elecciones regionales y departamentales constituyen el último termómetro electoral antes de las presidenciales de abril de 2022, en las que todas las encuestas y los expertos proyectan la reedición del duelo Macron-Le Pen de 2017.
El domingo, tanto al partido oficialista La República en Marcha como a RN les fue bastante peor de lo esperado, aunque la extrema derecha resultó la segunda fuerza más votada en general, detrás de LR.
La derecha tradicional, también llamada republicana, y los socialistas se perfilan como los ganadores de las regionales, un panorama alentador para ambas agrupaciones, tras los fracasos en las europeas de 2019 y las municipales del año pasado, sin que pueda a ciencia cierta evaluarse por el momento el impacto de esto en las presidenciales.
El abstencionismo inédito, superior al 66 por ciento, de la primera vuelta complica cualquier análisis, en medio de demandas para estudiar la desmotivación de los franceses ante las urnas, que fue particularmente marcada entre los jóvenes, con ocho de cada 10 que decidió no votar.
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