El jefe de Gobierno abordó ese tema en respuesta a una pregunta durante una audiencia informativa en el Senado en vísperas de su participación en la reunión del Consejo Europeo prevista en Bruselas durante los próximos dos días.
La intención de la interpelación fue conocer la opinión del primer ministro sobre la objeción planteada por la Santa Sede respecto a un proyecto de ley, contra la violencia por homofobia y otros motivos, en discusión actualmente en la cámara alta del legislativo, tras su aprobación en la baja.
‘Medidas de prevención y enfrentamiento a la discriminación y la violencia por motivos fundados en el sexo, género, orientación sexual, identidad de género y discapacidad’ es el título de la iniciativa a la cual se refirió la secretaría de Estado vaticana en una nota verbal a través del canal diplomático.
A la secretaría le preocupa que algunos contenidos del proyecto tendrían un efecto negativo sobre ‘las libertades garantizadas a la Iglesia católica y sus fieles’ según el régimen de concordato vigente con el Estado italiano.
En particular, el texto mencionó ‘la parte que establece la penalización de conductas discriminatorias por motivos de sexo, género, orientación sexual, identidad de género’.
Al respecto, Draghi apuntó que ‘nuestro ordenamiento contiene todas las garantías para asegurar que las leyes respeten siempre los principios constitucionales y compromisos internacionales, entre ellos el concordato con la Iglesia’.
Finalmente, dijo, quiero aclarar una cosa que se encuentra en una sentencia de la Corte Constitucional de 1989. El laicismo no es indiferencia del Estado hacia el fenómeno religioso. El laicismo es la protección del pluralismo y la diversidad cultural.
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