En la madrugada de hoy hombres fuertemente armados abrieron fuego contra transeúntes pacíficos en la barriada de Delmas 32, y aún muchos de los cuerpos se encuentran en las calles.
El primer ministro interino Claude Joseph, señaló que los crímenes de odio y las acciones reprensibles, no pueden permanecer impunes en una sociedad democrática, y anunció que dio instrucciones a la Policía y al Ministerio del Interior, para identificar a los actores y sancionarlos conforme a las leyes.
El tiroteo se inserta en la ola de violencia que desde hace un mes protagonizan pandillas por el control de la entrada sur de la capital, y que se extendió a otras barriadas como la zona baja de Delmas o el distrito de Croix des Bouquets, situado a 10 kilómetros de Puerto Príncipe.
En este último el pasado fin de semana hombres armados de la banda 400 Mawozo dispararon y prendieron fuego a una decena de vehículos estacionados cerca de la iglesia de Dieu Béthel.
Por su parte, pandillas asaltaron e incendiaron un campo de desplazados en la capital que albergaba a medio millar de personas con discapacidad, y luego saquearon almacenes comerciales.
En menos de una semana fueron agredidas dos sucursales bancarias, y el hospital humanitario de Médicos sn Fronteras en Martissant cerró temporalmente sus puertas luego de ser blanco de ataques armados.
Los sucesos de este mes de junio empujaron a más de 13 mil personas a abandonar sus viviendas en barrios vulnerables, mientras otras 50 perdieron la vida, según estimaciones de Naciones Unidas que alentó al Gobierno a poner fin a la violencia y el despliegue cada vez mayor de pandillas.
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