De acuerdo con el diario Arizona Republic, Trump y su abogado personal, Rudy Giuliani, y la presidenta del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, intentaron contactar a los supervisores del condado de Maricopa semanas después de los comicios con el propósito de modificar los datos electorales.
El medio de comunicación obtuvo mensajes de voz y de texto de aliados del exmandatario republicano, preguntando sobre cómo el condado más poblado de ese estado iba a abordar las supuestas irregularidades en el recuento de votos.
Algunas de las preocupaciones de los colaboradores de Trump estaban relacionadas con el software de votación y la actuación del entonces ocupante de la oficina oval en las elecciones.
El diario presentó una solicitud de información pública a Maricopa para obtener todos los registros que documentaran las llamadas realizadas entre el 1 de noviembre de 2020 y finales de mayo por el exgobernante, Giulani, y cualquier representante de la Casa Blanca o de la campaña de Trump.
En un texto que Ward envió al supervisor Clint Hickman el 13 de noviembre, le pidió que ‘al menos consiga un experto informático independiente’ para ver si el condado tenía ‘algún problema con su recuento de votos’, destacó el rotativo.
Hickman era el presidente de la Junta de Supervisores de Maricopa, lo que le habría dado entonces, entre otras cosas, la capacidad de certificar o retrasar los resultados de los comicios de 2020.
El exfuncionario dijo al periódico que Trump iba a pedirle cambiar los números o que promoviera otras teorías conspirativas basadas en un presunto fraude, pero él ‘no quería entrar en ese espacio’.
Arizona –uno de los campos de batalla en 2020- fue sometido a una auditoría de los resultados de las elecciones a raíz de las alegaciones del Senado estatal, controlado por el Partido Republicano, sobre el tema de la manipulación de los sufragios y las máquinas de votación.
Pese a las derrotas legales ante cada recurso presentado, Trump y sus aliados insisten en poner en duda la validez de las certificadas elecciones del pasado año y afirman sin pruebas que el fraude generalizado fue el culpable de su derrota ante el demócrata Joe Biden, quien asumió el cargo hace casi seis meses.
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