Las autoridades no dieron el número total de las víctimas de asalto, ocurrido tras un tiroteo con agentes de una comisaría cercana al Centro Nacional de Tuberculosis y Lepra, amplió el medio de prensa.
Maryam Abdulrazaq, portavoz del sindicato médico del hospital, precisó que: ‘Los secuestrados eran personas que vivían en la zona y a algunos los raptaron junto con sus hijos’, mientras que otro trabajador de la dependencia de salud cifró en 10 los rehenes.
La Policía de Kaduna confirmó el suceso y aseguró que las fuerzas de seguridad lanzaron una operación para intentar el rescate, en medio de un aumento de este tipo de delito en los últimos meses en Nigeria.
Esos actos de violencia con fines delictivos anteriormente se centraban en la zona nordeste del país –donde operan los grupos extremistas Boko Haram y Estado Islámico — y se extendieron a otras zonas del norte y el noroeste, por lo cual las autoridades temen una posible expansión incontrolable de tales redes terroristas y criminales.
El domingo siete civiles perecieron, cuatro de ellos víctimas previamente de un secuestro, a manos de hombres armados también en el central territorio de Kaduna, notificó por su parte el diario Premium Times.
Las comunidades de ese estado, al igual que las de otros ubicados más al norte, son escenarios de constantes asedios de bandidos que persisten con sus agresiones pese al despliegue de agentes de la Policía y efectivos del Ejército.
mem/mt/gdc