La víspera la primera sesión de ese órgano fue suspendida porque cuando llegaron los 155 constituyentes a la sede del exCongreso Nacional, donde se reunirán, no contaban con micrófonos, pantallas, redes de wifi y otros recursos.
Este martes la presidenta de la Convención, Elisa Loncón; y el vicepresidente, Jaime Bassa, informaron que se mantienen esas deficiencias y que solo iniciarán sus trabajos mañana si se crean por el ejecutivo las garantías técnicas, administrativas y sanitarias del recinto.
Jaime Bassa, por su parte, indicó que si mañana se presenta la misma situación, los constituyentes no trabajarán en el recinto y buscarán otra sede.
Añadió que más que problemas de índole organizativa, se trata ya de un problema político por la falta de garantías del Gobierno para poder iniciar la labor de la Convención.
Asimismo apuntaron que hoy se pondrán en contacto con rectores para analizar la posibilidad de sesionar en recintos universitarios.
Anoche, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, anunció que las universidades públicas pusieron a disposición de la Convención Constitucional sus instalaciones.
A través de Twitter, Vivaldi aseguró que los rectores enviaron una carta a la presidenta de la Convención para ofrecerle ‘todas nuestras sedes e infraestructura de Arica a Puerto Williams’.
También anoche, Máximo Pérez, subsecretario de la criticada Secretaría General de la Presidencia (Segpres), organismo responsabilizado con el aseguramiento material de la Convención, admitió que ‘hubo lamentablemente errores técnicos que impidieron el normal funcionamiento de la sesión de la Convención Constitucional’.
Agregó que ‘nos pusimos a disposición de mejorar todo aquellos que sea necesario mejorar de cara a que la instalación definitiva de la Convención en su trabajo sea impecable’.
Sin embargo, al llegar hoy a la sede, la mesa directiva de la Convención comprobó que se mantenían las deficiencias señaladas ayer y que en las oficinas no había ni computadoras.
La situación ha generado un enorme disgusto entre los constituyentes, que criticaron al Gobierno con calificativos que van desde negligencia hasta boicot al trabajo del cónclave.
Incluso representantes de los partidos Comunista, Socialista y del Frente Amplio pidieron la renuncia del ministro de la Segpres, Juan José Ossa.
La Convención Constitucional, establecida el domingo último en lo que se considera un hito histórico, permitirá por primera vez en la historia de Chile, redactar una carta magna con plena participación popular.
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