A cinco años de ser encarcelada y en medio de una persecución que ha denunciado por parte del gobierno de la provincia de Jujuy, Sala fue detenida en enero de 2016 bajo la presunta incitación a la violencia y tumulto por encabezar una protesta contra los cambios impuestos por el gobernador Gerardo Morales en el sistema y programa de cooperativas.
Desde entonces se le abrieron múltiples causas y un nuevo capítulo se registró hace poco, cuando fue llevada esposada a un juzgado para ser notificada de una imputación en una nueva causa.
En total, serán dos mil carpas que representan la cantidad de días que cumplirá esta semana encarcelada la dirigente social indígena, hoy en prisión domiciliaria, y estarán instaladas hasta el venidero 9 de julio, Día de la Independencia en este país.
Con una primera acción, la semana última frente a la emblemática torre Eiffel de París, el coordinador de la Tupac Amaru, Alejandro Garfagnini aclaró que no es un acampe contra el Gobierno. Pretendemos que esta manifestación tenga más carácter, decisión y fortaleza, dijo.
En declaraciones recientes a El Destape, el destacado exjuez de la Corte Suprema, Raúl Eugenio Zaffaroni, consideró que Sala está presa ‘por ser mujer, india, pobre y dirigente social’.
Ella, dijo, es un símbolo de lo que nos pasó a los argentinos y latinoamericanos; primero está presa por ser mujer que es un presupuesto del colonialismo y del patriarcado; después por india, por pobre que es la aporofobia de nuestra oligarquía vernácula y por dirigente popular.
De forma paralela a esta acción en Argentina, la Red Internacional por la Libertad de Milagro, protestará en las embajadas, en Italia, Canadá, España, Australia, entre otros países.
El hostigamiento contra Sala se profundizó el mes pasado con el agravamiento de una pena en la causa por una manifestación contra Morales hace 12 años, del cual Milagro no participó pero la justicia provincial la consideró instigadora.
Al referirse al tema, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, quien fuera una de sus abogadas, subrayó que la persecución política y el hostigamiento a la cual Sala es sometida una y otra vez no solamente es una injusticia contra ella sino un atentado contra el Estado de derecho que debemos repudiar.
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