El vocero de la cancillería iraní, Saeed Khatibzadeh, explicó que no hay violación alguna con la decisión de producir placas de combustible de siliciuro que requieren uranio enriquecido a 20 por ciento de pureza.
En respuesta a afirmaciones de Estados Unidos y la troika europea, el portavoz apunto que el objetivo de ese producto contempla usos medicinales y humanitarios.
‘Su producción, añadió, no contradice obligaciones de no proliferación del arma nuclear y de las salvaguardias bajo el acuerdo de 2015’, afirmó.
Para el reactor de investigación de Teherán está dirigida la producción de placas de siliciuro, enfatizó, por lo que no viola los compromisos nucleares iraníes.
El diplomático criticó al trío europeo que acusa a Irán, mientras ellos incumplieron lo establecido en el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC) o acuerdo nuclear, sellado en 2015.
Y, por el contrario, agregó, apoyaron las presiones del gobierno norteamericano que en 2018 abandonó ese pacto y reimpuso medidas opresivas contra la República islámica.
Sin embargo, recalcó Khatibzadeh, Irán está dispuesto a volver a sus compromisos del PIAC, en caso de que todos los signatarios y Estados Unidos también lo hagan.
La República islámica esperó un año para que el resto de los firmantes del acuerdo Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania adoptará decisiones para salvarlo, pero hubo pasividad de la llamada troika europea.
En mayo de 2019, las autoridades iraníes comenzaron a recortar obligaciones nucleares, entre ellas la de enriquecer uranio a 20 por ciento de pureza, unas cinco veces lo establecido en el PIAC, y subrayaron que posee capacidad para llegar a 40, 60 y hasta 90 puntos porcentuales.
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