‘Hay intereses nacionales y extranjeros que tenemos que cuidar, nuestra soberanía, nuestra democracia, nuestros recursos’, expresó el mandatario en declaraciones citadas por la Agencia Boliviana de Información.
Arce argumentó su llamado de alerta con la aparición ‘cada día de más información sobre el golpe de Estado de 2019’, por lo que ‘hay que estar más unidos para defender los principios de nuestro Estado Plurinacional’, indicó.
Medios de prensa resaltaron que la convocatoria de Arce siguió a la noticia de que el Gobierno del expresidente Macri aportó desde Argentina recursos antimotines para la represión tras el golpe de Estado de noviembre de 2019.
El actual mandatario en la nación austral, Alberto Fernández, reveló en una carta este jueves que su antecesor estuvo involucrado en la ruptura institucional durante la asonada en Bolivia.
Arce confirmó la misiva sobre ‘el envío de material bélico al país antes de la asunción del gobierno de facto’, y lamentó ‘que un presidente de derecha, de Argentina, fomentara el golpe de Estado en nuestro país’.
La revelación sobre la intervención de la administración de Macri fue la segunda en las últimas semanas, tras confirmarse el envío de gases lacrimógenos por el gobierno ecuatoriano del entonces presidente Lenin Moreno, según medios de prensa.
Los pormenores sobre el involucramiento de Quito en la adquisición de esos medios para los militares bolivianos salieron a la luz con la detención y enjuiciamiento en Estados Unidos del exministro de gobierno Arturo Murillo.
El exfuncionario compró las armas antimotines a través de una empresa intermediaria a un precio total de 5,6 millones de dólares con un sobreprecio de 2,3 millones, que repartió entre él y sus cómplices en el gobierno de facto.
La justicia estadounidense acusó a Murillo de sobornos y lavado de dinero al arrestarlo el 26 de mayo último, junto a otros exfuncionarios y empresarios protagonistas de la compra ilegal, por la que también es procesado en Bolivia.
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