‘Medidas para la prevención y enfrentamiento a la discriminación y la violencia por motivos fundados en el sexo, género, orientación sexual, identidad de género y discapacidad’ es el título de la iniciativa que examinará el pleno de la cámara alta.
El texto llega al pleno del Senado sin acuerdo previo de las bancadas parlamentarias sobre las enmiendas propuestas, entre ellas las formuladas por Italia Viva (IV), partido liderado por el exprimer ministro Matteo Renzi quien lo respaldó sin objeciones en la Cámara de Diputados.
La propuesta presentada por el diputado del Partido Democrático (PD) Alessandro Zan refuerza los artículos 604 bis y 604 ter del código penal contrarios a la propaganda e instigación al delito por razones de discriminación, al ampliarlas a ‘sexo, género, orientación sexual, identidad de género o discapacidad’.
Reforma también, con el mismo enfoque, el decreto ley vigente desde 1993 el cual prevé penas de cárcel para quienes inciten o provoquen hechos de violencia de inspiración racial, étnica, nacional o religiosa.
Cuestionada por los partidos de derecha, la Conferencia Episcopal Italiana y otros sectores, la propuesta fue apoyada por las organizaciones del llamado centro-izquierda representadas en el gobierno como el Movimiento 5 Estrellas (M5E), Libres e Iguales (LEU) e IV.
Mientras el borrador transitaba por la Comisión de Justicia, se conoció la incursión de un nuevo actor en el debate cuando varios medios filtraron el contenido de una Nota Verbal enviada por la Secretaría de Estado del Vaticano al gobierno italiano a través del canal diplomático.
En ese documento, la Santa Sede manifestó preocupación porque algunos contenidos del proyecto tuvieran un efecto negativo sobre ‘las libertades garantizadas a la Iglesia católica y sus fieles’ según el régimen de concordato vigente con el Estado italiano.
En particular, mencionó ‘la parte que establece la penalización de conductas discriminatorias por motivos de sexo, género, orientación sexual, identidad de género’.
Al tema se refirió después el primer ministro, Mario Draghi, en una audiencia informativa en el parlamento en la cual subrayó el carácter laico del Estado italiano y la autonomía del parlamento para discutir y legislar.
Al respecto, apuntó que ‘nuestro ordenamiento contiene todas las garantías para asegurar que las leyes respeten siempre los principios constitucionales y compromisos internacionales, entre ellos el concordato con la Iglesia’.
Finalmente, dijo, quiero aclarar una cosa que se encuentra en una sentencia de la Corte Constitucional de 1989. El laicismo no es indiferencia del Estado hacia el fenómeno religioso. El laicismo es la protección del pluralismo y la diversidad cultural.
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