La exmandataria expuso ante el Tribunal Oral Federal 8 por la causa conocida como Memorándum con Irán, en la cual se le acusa de traición a la patria, que había sido ya cerrada por inexistencia de delito, pero maniobras judiciales llevaron a su reapertura.
En su presentación, que ya los medios adelantaban como un bombazo, Fernández calificó de ‘disparate judicial, institucional y político’ la causa en la que nos acusan, dijo, de ser encubridores del más terrible atentado terrorista ocurrido en este país.
Se trata del atentado perpetrado el 18 de julio de 1994 a la mutual israelí AMIA, que provocó la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
El atentado ocurrió hace 27 años, sería bueno preguntarnos donde estábamos cada uno de los que estamos acusados de querer encubrir lo que ocurrió. Es un ejercicio de sentido común, inició la exmandataria al poner en contexto los hechos y recordó que en ese entonces era legisladora provincial y algunos de los acusados estaban cursando estudios.
Aparezco como encubridora de un atentado por el que fui a dos juicios orales a declarar como testigo. Esto revela el disparate de todas estas actuaciones, espetó la vicemandataria tras remarca que ‘desde su inicio esta causa tuvo una marcada orientación a hacer usada en la política interna y también internacional’.
Calificada por especialistas como demoledora desde lo jurídico, en su presentación significó que hoy ella y varios de sus exfuncionarios están sentados en el banquillo por encubrir un atentado con el cual no tenían ni siquiera conexión, ni en espacio de tiempo.
No me quedan dudas que uno de los problemas de impunidad respecto a la AMIA fue precisamente el manejo político que se le dio a la causa, dijo.
En su exposición, transmitida en vivo por casi todos los canales televisivos, Fernández denunció cómo desde la llegada Macri al gobierno en 2016, hubo una clara intención de tomar el control del poder judicial para usarlo como instrumento de persecución a sus opositores y desmontó una por una las múltiples causas armadas en su contra.
En ese gobierno se cooptó el poder judicial y el Estado para atacar, apuntó tras denunciar incluso como en esta causa se intentó poner un tribunal oral a dedo y recordó cómo se naturalizó en los medios la mesa judicial creada bajo la era Macri.
Un espacio de donde salían las decisiones y las órdenes para el poder judicial. ‘Todos ellos decidían a quien había que meter preso, a quien armarle una causa y a quien intimidar’, dijo.
Fernández explicó paso a paso cómo incluso sufrió lo que calificó como ‘jueces de atracción’, los mismos de siempre para armar las causas que se abrieron en su contra desde la llamada Dólar futuro, pasando por la conocida Fotocopia de los Cuadernos o la Ruta del dinero K. Hicieron causas mellizas, sostuvo.
Al adentrarse en la del Memorándum, precisó que el fallecido fiscal Alberto Nisman la acusó de haber firmado un entendimiento con Irán para encubrir a los autores del atentado y levantar las alertas rojas contra ellos.
Aclaró que este acuerdo firmado en enero de 2013, tenía un único objetivo: lograr que los acusados de autores ideológicos del atentado contra la AMIA pudieran ser indagados por el juez.
Este fue el motivo por el cual se firmó un acuerdo que, además, -dijo-, pasó por el Congreso y jamás entro en vigencia porque el parlamento iraní nunca lo aprobó.
Nunca he visto una ilegalidad de este tamaño. Los jueces mintiendo acerca de sus propios actos vinculados con las causas en que son jueces. Es un escándalo monumental. Tolerado, ocultado por los grandes medio hegemónicos, agregó Cristina en referencia al papel de ciertos letrados.
Directa, la exmandataria denunció cómo los hilos movidos desde la entonces administración Macri no les quedó nada por violar y se preguntó si realmente todo esto era solo con el objetivo de perseguir y estigmatizar a los opositores. Creo que también hubo otras cosas, manifestó.
Fernández fue aún más allá al recordar que en sus dos últimos años de presidenta (2007-2015), los fondos buitres le habían declarado la guerra para cobrarle a Argentina (la cual su predecesor se apresuró en pagar). Crearon un escenario para lo que vendrían después que no era solo ganar una elección, advirtió.
‘Me quisieron torcer la mano para que les pagara cualquier cosa a los fondos buitre y me negué. Por eso armaron esta causa’, remarcó.
En su encendido discurso, casi al final desgranó cómo todo estuvo armado para denostarla a ella y su Gobierno, para que el pueblo argentino, dijo, pudiera entregarse débilmente a lo que siempre hicieron desde afuera, dominarnos a través de la deuda. ‘Eso fue lo que pasó en Argentina, no hay otra cosa’.
Con la voz entrecortada casi al final, señaló que tiene 68 años, fue mandataria dos veces y no le me mueve nada más que dejarle un mejor país a sus hijos y nietos y advirtió que si los argentinos ‘no tomamos consciencia de lo que nos ha pasado en los últimos años, difícilmente se podrá encontrar un camino después de la pandemia’.
Tenemos que encontrarlo. Yo por lo menos me siento con la responsabilidad historia de poder hacerlo, enfatizó tras señalar que le cuesta creer que a 27 años de la tragedia de la AMIA, se discuta el montaje de una mentira para ganar elecciones y ‘echarle la culpa a los que mal o bien, con equivocaciones o aciertos cuando gobernamos lo hicimos para que la gente pudiera vivir mejor’.
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