Según el reporte oficial, en la última semana se detectaron 36 mil 800 nuevos contagios con esa cepa, para un total de 253 mil 49 desde su llegada al país en abril pasado, y un incremento del 17 por ciento comparado con la cifra de hace 14 días.
La alta prevalencia de la variante Delta, mucho más contagiosa que la descubierta en Kent, Inglaterra, ya obligó al gobierno británico en junio pasado a posponer sus planes de levantar todas las restricciones vigentes por la Covid-19.
El primer ministro Boris Johnson confirmó la semana pasada, sin embargo, que a partir del 19 de julio se eliminarán el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público y lugares cerrados, y las medidas de distanciamiento social.
Según argumentó el gobernante conservador, la población tendrá que aprender a convivir con el virus y confiar en que la vacunación ayudará a evitar las hospitalizaciones y las muertes.
El jefe médico de Inglaterra y principal asesor del gobierno para temas de salud, Chris Whitty, recalcó la víspera que el Reino Unido no se ha librado aún de la pandemia, por lo que recomendó extremar las precauciones después que levanten todas las restricciones.
Whitty explicó que pese a estar mejor preparados para enfrentar la pandemia con las vacunas y los medicamentos, todavía falta mucho para derrotar al virus en el país y en el resto del mundo.
No creo que debemos subestimar el hecho de que muy pronto podríamos estar de nuevo en problemas, alertó el especialista durante un evento online celebrado la víspera.
El Reino Unido reportó la víspera 48 mil 553 nuevos casos positivos a la Covid-19 y otras 63 muertes, y según las autoridades, los contagios podrían llegar a 100 mil diarios en agosto.
Hasta el momento, 46,1 millones de personas mayores de 18 años recibieron la primera inyección contra la enfermedad y 35,4 millones, equivalente al 67,1 por ciento de los adultos del país, ya completaron el tratamiento con las dos dosis recomendadas.
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