Un equipo internacional de investigadores liderados por la universidad australiana de Queensland (UQ) y la neozelandesa de Canterbury, confirmaron el hallazgo después de aplicar modelos de predicción de población y técnicas avanzadas de cartografía para determinar el daño climático ocasionado por esa especie en los cinco continentes.
El doctor Christopher O’Bryan, de la UQ, calificó como una amenaza para el clima el crecimiento de ejemplares de cerdos salvajes porque, al arrancar el suelo en busca de alimentos, liberan carbono a la atmósfera, precisó un comunicado.
O’Bryan explicó que el suelo contiene casi tres veces más ese no metal sólido que la atmósfera y la emisión de una pequeña fracción puede acelerar el cambio climático.
‘Lo más probable es que los cerdos salvajes estén desarraigando actualmente un área de entre 36 mil y 124 mil kilómetros cuadrados, en entornos de los que no son nativos’, reveló.
Por otra parte, Nicholas Patton, estudiante de doctorado del centro de altos estudios neozelandés, afirmó que esa investigación tendría ramificaciones para frenar los efectos de esa variación global en el futuro.
Patton reconoció que las especies invasoras son un problema causado por el hombre, de ahí la necesidad de reconocer y asumir la responsabilidad de las implicaciones ambientales y ecológicas.
‘Si se permite que los cerdos invasores se expandan en zonas con abundante carbono en el suelo, puede haber un riesgo aún mayor de emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro’, sentenció.
A su juicio, requerirán de la cooperación y colaboración entre múltiples jurisdicciones para su control, además de continuar con la protección y vigilancia de los ecosistemas y suelos susceptibles de sufrir especies invasoras por la pérdida de carbono.
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