Sobre el asunto arrojó nuevas luces el debate sostenido ayer por Asamblea Nacional (parlamento unicameral) acerca de la cuenta general del estado para el ejercicio fiscal de 2019, cuyo reflejo mediático ocupa este jueves espacios prominentes en la prensa local.
El ministro de Estado de Coordinación Económica, Manuel Nunes Júnior, informó que desde 2018 los sueldos de la función pública dejaron de costearse con ingresos provenientes del petróleo, el principal rubro exportable de esta nación africana, señaló hoy en primera plana el diario Jornal de Angola.
Este dato es de gran significado para la estabilidad de las finanzas públicas porque sin los ingresos tributarios del petróleo, fue posible cumplir los compromisos con la nómina de la función pública, sopesó.
En años recientes, los gastos presupuestarios eran superiores a las recaudaciones y ‘no estamos pidiendo préstamos para invertir, para aumentar nuestra capacidad en infraestructura social o productiva. Estamos pidiendo préstamos para financiar nuestro consumo diario’, señaló.
Al decir del ministro de Estado, el stock de deuda pública también evolucionó, al pasar de un equivalente de 79,9 mil millones de dólares en 2017 a 71 mil millones en 2019, aunque en moneda nacional el saldo resultó negativo debido al efecto cambiario.
Pese a las condiciones adversas, el gobernador del Banco Nacional de Angola, José de Lima Massano, notificó que las reservas internacionales líquidas ascendieron a 14 mil 700 millones de dólares, suficientes para cubrir 11 meses de importaciones.
Un desafío importante, admitió, son los altos precios de los alimentos; un fenómeno de carácter mundial que en el caso de Angola resulta notable por su alta dependencia de las importaciones a pesar de los esfuerzos por diversificar la economía.
Por su parte, el titular de Economía y Planificación (MEP), Sérgio Santos, reconoció que el aumento de puestos de trabajo constituye una de las principales preocupaciones del Ejecutivo.
En 2019, ejemplificó, más del 31 por ciento de los 15 millones de angoleños incluidos en la población económicamente activa no tenía trabajo, y ‘la realidad aún no ha cambiado mucho’.
Bajo las condiciones de la Covid-19, muchas personas quedaron sin empleo, a lo cual se une el alto porcentaje de ocupados en el área informal de la economía, quienes suelen adolecer de las protecciones de la seguridad social.
Datos del MEP indicaron que el sector informal posee todavía un alto peso, al representar entre el 40 y el 60 por ciento del Producto Interno Bruto, con mayor incidencia de las esferas de agricultura, comercio, pescas y servicios.
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