Así lo confirmó un comunicado de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades en ese territorio (ECDC, por sus siglas en inglés), que indicó una proporción de Delta del 68,3 por ciento.
La información señaló que esta variación del SARS-CoV-2 superó a la Alfa (identificada inicialmente en Reino Unido), y anteriormente con 22,3 por ciento de presencia en toda Europa.
‘Delta será la dominante a nivel mundial en los próximos meses y ya se identificó en casi todos los países europeos. Seguirá propagándose, desplazando la circulación de otras variantes a menos que surja un nuevo virus más competitivo’, declararon ambos organismos.
El director de la OMS en Europa, Hans Henri P. Kluge, aseveró que la región está lejos de permanecer fuera de peligro en cuanto al fin de la pandemia y, lamentablemente, en muchos países reportan un aumento significativo de los casos asociados a la propagación de Delta.
‘A pesar de los enormes esfuerzos realizados por los Estados miembros para vacunar a la población, hay millones de personas que siguen sin inmunizare, por lo cual, corren el riesgo de acabar en los hospitales’, añadió.
En consecuencia, la OMS y el ECDC instaron a un rápido despliegue de las vacunas a todos los grupos elegibles y que en los lugares en los cuales Delta se está extendiendo apliquen de forma intensiva las medidas de salud pública actuales.
Asimismo, pidieron un mayor acceso a las pruebas, para controlar la transmisión del virus, sobre todo mientras el progreso de la vacunación ‘todavía no sea lo suficientemente alto en muchos países’.
La Organización Mundial de la Salud también encomendó ampliar la secuenciación, incentivar la cuarentena y el aislamiento a los casos confirmados, así como reforzar el rastreo de los contactos para romper las cadenas de transmisión.
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