Moïse fue asesinado a sus 53 años en la residencia presidencial de Puerto Príncipe, por un comando armado de 28 personas, que también hirió a la primera dama Martine Ethienne.
De acuerdo con el protocolo gubernamental, las honras fúnebres comenzarán a las 05:30, hora local, con el arribo de féretro a la residencia familiar, la exposición de los restos mortales, y el cubrimiento del ataúd con la bandera nacional.
Tres horas después se espera la llegada de los familiares, representantes gubernamentales, judiciales, parlamentarios, sindicales, religiosos, de la sociedad civil, entre otros invitados.
Las exequias incluyen honores militares, ceremonias religiosas y civiles, además de declaraciones de familiares como la primera dama Martine Moïse.
Desde la noche del jueves una vigilia oficial en el Hotel Roi Henry Christophe de la norteña ciudad de Cabo Haitiano reunió a personalidades nacionales y foráneas.
También la víspera se celebró una misa en la emblemática catedral de la ciudad, que en ocasiones fue interrumpida por simpatizantes exigiendo justicia para Moïse y la familia presidencial, mientras aseguraban que el mandatario murió por defender a los pobres y los campesinos.
A la homilía le siguió un marcha, que en ocasiones se tornó violenta, con vítores, cantos y música para dar el último adiós al polémico gobernante.
En algunos puntos de la ciudad, los residentes vestidos con camisetas blancas en las cuales estaba estampada la imagen del mandatario, erigieron barricadas de neumáticos en llamas.
Los ánimos se avivaron en la región septentrional del país luego de un encendido discurso del alcalde de Cabo Haitiano, Yvrose Pierre, quien recordó que los cinco magnicidios ocurridos en Haití fueron contra presidentes nacidos en el hoy departamento Norte.
Sugirió Pierre que el asesinato de Moïse forma parte de una lucha de clases, según recogió el diario Le Nouvelliste.
En cuanto al magnicidio, hasta el momento las autoridades apresaron a 26 personas, de ellas 18 colombianas, cinco estadounidenses de origen haitiano y dos policías sospechosos de organizar el asesinato.
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