En un vídeo mensaje a los asistentes a la reunión preparatoria de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, que desde ayer sesiona en Roma, Guterres alertó que el cambio climático y los conflictos alrededor del planeta son los motores de esta catástrofe.
Recordó que 811 millones de personas padecieron hambre el año pasado, una cifra superior en 161 millones a la registrada en 2019, especialmente por los efectos de la pandemia de la Covid-19.
El titular de la ONU añadió que los sistemas alimentarios generan un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero y son responsables de hasta el 80 por ciento de la pérdida de biodiversidad.
Pese a ello, se mostró esperanzado por la energía, ideas y la voluntad de forjar nuevas asociaciones por los Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas.
‘En esta pre cumbre podemos definir el alcance de nuestras aspiraciones conjuntas y reforzar los esfuerzos para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible mediante la transformación de nuestros sistemas alimentarios’, explicó Guterres.
De acuerdo con el informe La seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo en 2020, el número de personas que padecen hambre en el mundo aumenta, aunque lentamente, en una tendencia comenzada en 2014 y mantenida hasta la actualidad.
Ese documento significó que entre 720 y 811 millones de engrosaron las filas de quienes sufren ese flagelo a nivel global, al tiempo que advirtió sobre un necesario y tremendo esfuerzo para que el mundo cumpla su promesa de acabar con el hambre para 2030. La previsión es que 660 millones de personas pasen hambre ese año.
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