La cifra récord fue aportada por donantes durante una cumbre celebrada este jueves en Londres, y cuyos anfitriones fueron el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y el presidente de Kenya, Uhuru Kenyatta.
Los fondos recaudados transformarán las vidas de millones de niños de todo el mundo, afirmó Johnson, tras anunciar que su país contribuirá con 600 millones de dólares a la GPE.
El gobernante británico apuntó además que la educación es lo más cercano a una solución mágica para solucionar una gran cantidad de problemas, desde la desigualdad de género al cambio climático, y una de las formas más seguras de conseguir la recuperación económica después de la pandemia de Covid-19.
Garantizar que todos los niños, y en especial las niñas, puedan tener la educación que merecen es la inversión más inteligente que podemos hacer para asegurarnos de que nos recuperamos con creces, remarcó.
Kenyatta exhortó, por su parte, a los jefes de Estado o Gobierno del mundo a respaldar la propuesta de dedicar al menos el 20 de por ciento del presupuesto de sus países al sector educacional.
El GPE tiene como meta recaudar al menos cinco mil millones de dólares en los próximos cinco años para educar a 175 millones de niños, y ayudar a que otros 88 millones puedan entrar a la escuela para 2025.
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