El mandatario evaluó la respuesta a los siniestros en un encuentro virtual este viernes con gobernadores de siete estados afectados por las quemadas Montana, Washington, California, Idaho, Oregon, Minnesota y Wyoming.
Ellos explicaron al jefe del ejecutivo el impacto de las llamas sobre los residentes en sus territorios y también en la agricultura al tiempos que solicitaron más apoyo del gobierno federal.
En ese sentido, discutieron el financiamiento del aumento salarial a 15 dólares la hora de los bomberos, firmado por Biden en junio pasado, y el presupuesto para contratar más personas de forma temporal.
El gobernante dijo que hasta ahora, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias aprobó 20 subvenciones de asistencia por valor de 100 millones de dólares, aunque reconoció la falta de insumos imprescindibles, como mangueras, debido a los fallos en la cadena de suministros.
También hemos enviado aviones del Departamento de Defensa para la detección y extinción de incendios y la ayuda continuará de ser necesario, indicó el presidente.
El cambio climático impulsa el calor extremo y sequías prolongadas, por eso vemos incendios forestales de mayor intensidad, mucho más allá de los meses tradicionales en los cuales ocurrían, manifestó Biden en la cita, en la cual estuvo presente la vicepresidenta, Kamala Harris.
Hace un mes ambos tuvieron una reunión similar para analizar la situación y desde entonces las llamas se multiplicaron y ya devoraron más de 13 mil kilómetros cuadrados.
Paralelamente persiste el calor en algunas partes del territorio norteño, principalmente en la costa del Pacífico, donde se registraron más de 40 grados Celsius el mes pasado en varios puntos y en Oregon llegó hasta 47 grados.
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