Al menos cinco personas fueron detenidas por manejar borrachas o exceder los estándares permitidos: a uno de los arrestados se le detectaron 286 grados de alcohol en sangre.
El Viceministerio de Transporte, junto a la Policía Nacional Civil, puso retenes en concurridas calles y plazas de esta capital para garantizar el orden y atajar a posibles infractores antes de que ocurra una tragedia.
‘El objetivo es reducir los inconvenientes que tradicionalmente aumentan en los periodos vacacionales y que tienen que ver con la conducción y el consumo del alcohol’, explicó el viceministro de Transporte, Saul Castelar.
Según la ley, si un conductor ronda los 50 grados de alcohol en un test de alcoholemia es multado, pero si sobrepasa los 100 grados, es multado, detenido y su vehículo remitido a la Dirección de Tránsito Terrestre.
Las autoridades precisaron que estos controles vehiculares seguirán durante las vacaciones agostinas, hasta el próximo 8 de agosto.
rc/cmv
















