En menos de siete horas, la población ubicada a mil 20 kilómetros al norte de aquí vivió nuevamente el miedo por cinco de las llamadas réplicas sísmicas, con magnitudes de 4,8 a 4,92.
El cálido territorio norteño fue sacudido seis veces ayer, con temblores cuyas magnitudes oscilaron entre 3,7 y 4,92, según informó el Centro Sismológico del Intituto Geofísico del Perú.
Un total de más de 700 heridos, levemente en su mayoría, y 400 viviendas afectadas dejó el sismo principal, registrado al mediodía del 30 de julio.
Enterado de lo sucedido, minutos después el nuevo presidente peruano, Pedro Castillo, abandonó raudamente la parada militar realizada dentro de las celebraciones del bicentenario de la independencia y viajó a Sullana.
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