El reencuentro entre ambos pudo ocurrir el sábado, pero Bolsonaro no asistió a la ceremonia de reapertura del Museo de la Lengua Portuguesa en Sao Paulo, devorado por un incendio en diciembre de 2015.
Al final de la ceremonia en la muestra, Rebelo de Sousa se reunió con representantes de la comunidad portuguesa en el país.
Cenó con el expresidente Fernando Henrique Cardoso y en la jornada anterior dialogó con los también exgobernantes Luiz Inácio Lula da Silva y Michel Temer.
En la reinauguración estuvieron además presentes el presidente de Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca, así como Henrique Cardoso y Temer.
‘Aquí venimos para no olvidar las cenizas del pasado, pero, a partir de ellas, construir hoy el futuro’, afirmó el jefe de Estado lusitano en el acto para conceder la Medalla de la Orden Camoes a la pinacoteca brasileña.
Consideró que Sao Paulo ‘es una metrópoli de tantas lenguas, pero es la mayor de las mayores en hablar portugués. Esta es una celebración del futuro, el futuro de nuestra lengua en el mundo’, apuntó.
Para Fonseca, el portugués agrupa ‘una comunidad de pueblos, ciudadanos, que comparten valores comunes, como fraternidad, libertad, democracia y construcción del Estado de derecho, con base en un pilar fundamental, que es la lengua portuguesa, la de todos nosotros’.
Asimismo, el gobernador paulista, Joao Doria, estimó que el pueblo que respeta su lengua ‘respeta su memoria’.
Esperamos que el público vuelva a quedar encantado con el museo, saciando su nostalgia por este espacio tan querido en la ciudad, dijo recientemente Larissa Graça, gerente de Patrimonio y Cultura de la Fundación Roberto Marinho, institución que, junto al gobierno paulista y otras empresas, participó en la reconstrucción.
Según Graça, los invitados tendrán la oportunidad de ver que el recinto dedicado a la lengua de José Saramago (Premio Nobel de Literatura 1998) ‘sigue siendo el mismo que hechizó durante 10 años, pero renovado, con nuevos contenidos, nuevas tecnologías y experiencias inéditas y sorprendentes’.
El fuego de 2015 dañó la estructura del edificio, que tuvo que ser cerrado al público. Las llamas no solo calcinaron casi todo, sino también troncharon la vida de Ronaldo Pereira, uno de los bomberos en las faenas de extinción.
Por ser casi todo digital, el acervo pudo recuperarse por copias de seguridad. Según un informe policial que terminó tres años y medio después de la desdicha (2019), un desperfecto en uno de los reflectores del inmueble originó la deflagración.
oda/ocs