Dijo que es la primera consulta constitucional que se lleva a cabo en el país, y su trascendencia radica es que es el inicio formal, legal, de un proceso de participación ciudadana en el marco de la democracia participativa.
En la consulta participó el 7,74 por ciento del padrón para un total de poco más de seis millones de personas, muy por debajo de los 37 millones requeridos para hacer vinculantes sus resultados.
Se habla mucho de la democracia en el discurso oficial demagógico, pero no se llevaba a la practica esta forma de gobernar consultado al pueblo, expresó.
Felicitó a los más de seis millones de personas que participaron y llamó a los que no lo hicieron a no dejar pasar la oportunidad de ser protagonistas de la democracia participativa, pues esta no se agota en las elecciones generales cada tres o seis años lo cual corresponde a la representativa.
Recordó que dentro de ocho meses viene otra consulta y van a participar más ciudadanos porque se le va a preguntar a la gente si quieren que el presidente (López Obrador) continúe o renuncie.
Es una revocación del mando porque el pueblo es el soberano, el que pone y el que quita a dirigentes.
Seguramente, ironizó, no va a suceder lo de ahora, va a sobrar campaña publicitaria, van a instalar más casillas, más urnas, van a participar más ciudadanos, pero esa practica se va a convertir en una cultura que vamos a dejar en herencia a las nuevas generaciones.
Repitió que, independientemente de si es vinculatoria o no, lo importante es que se inicia un proceso democrático en México para que nadie se sienta intocable en ningún nivel de la escala social y política, y no se pueda violar la soberanía del pueblo.
Insistió en votaron seis millones 474 personas, una cifra nunca registrada en otros ejercicios parecidos, aunque no iguales, aun con todo lo confuso de la pregunta porque la gente sí se dio cuenta de lo que se trataba, y la aplastante mayoría votó por juzgar a los corruptos, por eso es importante aunque no se haya logrado esta vez que fuera vinculatorio.
mgt/lma