Las modificaciones realizadas en la sesión de este lunes al documento de dos mil 700 páginas buscan financiar instalaciones de atención médica de los nativos americanos y con la fuerza laboral del sector de las telecomunicaciones.
Tras meses de discusión entre la Casa Blanca y los congresistas, la Cámara Alta aprobó la víspera la disposición en una inusual sesión de domingo ante el interés de avanzar para dar luz verde a la iniciativa también en la Cámara Baja.
La prisa se debe a que el Congreso estadounidense tomará un receso de verano a partir de la segunda semana de agosto.
En resumen, de ser aprobado el plan de más de un billón de dólares, 73 mil millones servirán para reconstruir la red eléctrica, 66 mil millones para trenes de pasajeros y carga y 65 mil millones para expandir el acceso a Internet de banda ancha.
Además, incluye 55 mil millones de dólares para modernizar las redes hidráulicas, 40 mil millones para reparar puentes, 39 mil millones para mejorar el transporte público y 7,5 mil millones para crear la primera red federal de estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Esta legislación de infraestructura representa un importante logro para un Congreso dividido y, si finalmente resulta aprobada, marcará una victoria significativa para Biden mientras la Casa Blanca presiona para promulgar una amplia agenda económica, consideró la televisora CNN.
jha/avr