Balthazar quien preside el gobernante partido Tet Kalé aseguró que se enteró por la prensa y las redes del edicto de la Fiscalía, y negó ser informado de manera oficial por las autoridades, no obstante, aseguró que se presentará ante el Ministerio Público.
La víspera circularon a través de las redes sociales las fotografías de órdenes de detención contra Balthazar, el ex primer ministro Paul Denis y los pastores Gérald Forges y Gérald Bataille.
Los decretos fueron emitidos el 12 de julio, cinco días después del magnicidio, y en la misma jornada en la cual el líder político propuso junto a una coalición de partidos al presidente del Senado, Joseph Lambert como jefe de Estado provisional.
Por su parte, Denis, calificó las órdenes de persecución política aunque reconoció en una emisora local que sostuvo encuentros con los pastores Forges y Bataille, junto al médico haitiano Enmanuel Sanon, quien fue arrestado y acusado de planificar el asesinato.
De acuerdo con el exjefe de Gobierno, Sanon le ofreció unirse al equipo, y aseguró que el destino del mandatario asesinado ‘estaba sellado’, aunque negó cualquier implicación con el crimen.
Moïse fue ultimado en su residencia de la capital por al menos 12 disparos, y los integrantes del comando armado sospechoso de perpetrar el homicidio se identificaron como agentes de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
La Policía arrestó a 44 personas, entre ellas cuatro policías acusados de asistir a los ‘mercenarios’, así como 18 colombianos y cinco estadounidenses de origen haitiano.
Varias personalidades pusieron en duda que entre los apresados figuren los autores intelectuales, entre ellos la viuda de Moïse, Martine Étienne, y el primer ministro Ariel Henry.
jcm/ane/gdc